LA FUNDACIÓN
DE MORELIA
Morelia fue fundada el 18 de mayo de 1541 por Juan de Alvarado, Juan de Villaseñor y Luis de León Romano, por mandato del primer virrey de la Nueva España, Antonio de Mendoza y Pacheco. Su nombre en la época prehispánica fue Guayangareo, en la época colonial española primeramente recibió el nombre de Ciudad de Mechuacán, que cambió en 1545 por ciudad de Valladolid en honor a la ciudad homónima en España. En 1828 cambió de nombre por Morelia en honor al héroe de la independencia de México José María Morelos y Pavón, quien nació en esta ciudad. El gentilicio de su población es moreliano .Morelia es una ciudad mexicana, capital del estado de Michoacán de Ocampo y cabecera del municipio homónimo. La ciudad está situada en el valle de Guayangareo, formado por un repliegue del Eje Neovolcánico Transversal, en la región norte del estado, en el centro-occidente del país.
Morelia es la ciudad más poblada y extensa del estado de Michoacán y la vigésima a nivel nacional, con un área de 78 km² y una población de 597,511 habitantes según los resultados del XIII Censo de Población y Vivienda 2010 del INEGI situandose en el 27° lugar del país en cuanto a población se refiere.2 Su Zona Metropolitana contaba con 806.822 habitantes en ese mismo año, lo que la convertía en la tercera zona metropolitana más poblada de la Región Bajío, superada sólo por León de los Aldama y Santiago de Querétaro y la décimo octava del país. Asimismo, es la urbe más importante del estado desde el punto social, económico, cultural y político.
Morelia tiene un lugar muy importante en la historia del país, por los hechos históricos y personajes que nacieron o vivieron en ella, como José María Morelos y Pavón, Agustín de Iturbide, Josefa Ortiz de Domínguez, así como varios presidentes de México, poetas y compositores. También cuna de los principales conspiradores de Valladolid como fue José Mariano Michelena y José María García Obeso.
Morelia posee una rica vida cultural heredada en el tiempo. Gracias al patrimonio arquitectónico conservado desde la época colonial, el centro histórico de Morelia fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1991.
La principal actividad económica de Morelia son los servicios, entre los que destacan los financieros, inmobiliarios y turísticos, seguidos por la industria de construcción, la industria manufacturera y en último término las actividades del sector primario. Como parte de su activa vida turística, la ciudad es sede de importantes festivales culturales anuales como los festivales internacionales de música, órgano, cine y gastronomía.
A lo largo de la historia nuestra ciudad ha recibido los siguientes nombres: Nueva Ciudad de Mechuacán, Pueblo de Guayangareo, Ciudad de Guayangareo, Ciudad de Valladolid y, finalmente, Morelia. El 12 de septiembre de 1828, la Legislatura del Estado cambió el nombre de Valladolid por el de Morelia, en honor de Don José María Morelos y Pavón, héroe de la Independencia, que nació el 30 de septiembre de 1765 en la capital del Michoacán. Su nombre en purépecha actual es Uaianarhio, evolución del original y con idéntico significado. Algunos sobrenombres de Morelia son "La Ciudad de la Cantera Rosa", "El Jardín de la Nueva España", y religiosamente es conocida como "Morelia del Sagrado Corazón de Jesús".
Fuente de informacion: http://es.wikipedia.org/wiki/Morelia
*DENSIDAD DE POBLACIÓN
En 2005, la densidad de población del municipio era de 570,6
hab/km², mientras que la densidad de la conurbación (zona urbana) era de
7.306,1 hab/km², que es una de las más altas de las grandes y medianas ciudades
de México. Por otra parte, la Zona Metropolitana de Morelia contaba en ese
mismo año con una densidad de 505,2 hab/km². Para el 1o. de julio del 2007, la
densidad de población del municipio fue de 588,2 hab/km², mientras que para la
zona metropolitana de 521,5 hab/km².
Población municipal histórica (1809-2010).
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Año
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Población municipal
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Fuente
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1809
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20,000 hab.
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Juan José de Lejarza
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1857
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25,000 hab.
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Antonio García Cubas
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1868
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36,940 hab.
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Justo Mendoza
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1940
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77,622 hab.
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Sexto Censo
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1950
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106,722 hab.
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Séptimo Censo
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1960
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153,481 hab.
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Octavo Censo
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1970
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218,083 hab.
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Noveno Censo
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1980
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353,055 hab.
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Décimo Censo
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1990
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489,756 hab.
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Undécimo Censo
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1995
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578,061 hab.
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Primer Conteo
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2000
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620,532 hab.
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Duodécimo Censo
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2005
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684,145 hab.
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Segundo Conteo
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2010
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729,757 hab.
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Décimotercer censo - preliminares (12/06/2010)
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Población histórica de la Zona Metropolitana de Morelia
Población histórica de la ZM de Morelia(1990-2010).
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Año
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Población Zona Metropolitana
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Población Mpio. Morelia
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Población Mpio. Tarímbaro
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Fuente
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1990
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526,772 hab.
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489,756 hab.
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33,871 hab.
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Undécimo Censo
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1995
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614,698 hab.
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578,061 hab.
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36,698 hab.
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Primer Conteo
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2000
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659,937 hab.
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620,532 hab.
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39,405 hab.
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Duodécimo Censo (14/02/2000)
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2005
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735,624 hab.
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684,145 hab.
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51,479 hab.
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Segundo Conteo (17/10/2005)
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2010
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806,822 hab.
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729,757 hab.
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77,065 hab.
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Décimotercer censo(12/06/2010)
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Fuente de informacion: http://es.wikipedia.org/wiki/Morelia#Tablas_de_poblaci.C3.B3n
MORELIA
En el siglo VII, se desarrollaron asentamientos humanos en el valle de Guayangareo, vinculados con la cultura teotihuacana debido a los vestigios se ha encontrado en la loma de Santa María y en las cercanías de la presa de Cointzio. Alrededor del siglo XII llegaron los purépechas al actual municipio de Morelia. En el siglo XIV se establecieron los pirindas o matlatzincas, con el consentimiento de los gobernantes purépechas de Tzintzuntzan. Los pirindas establecieron el poblado de Guayangareo en la actual zona del parque Juárez

La primera presencia española en el valle de Guayangareo
Fue en 1522 Entre los años de 1530 y 1531 los franciscanos Juan de San Miguel y Antonio de Lisboa, realizaron la evangelización entre los naturales del valle de Guayangareo; se construyó el primer asentamiento español en la zona , así como también el primitivo colegio de San Miguel Guayangareo. Dentro de la pugna entre el Obispo Vasco de Quiroga y los encomenderos michoacanos, apoyados por el Virrey Antonio de Mendoza, la reina gobernadora, doña Juana en 1537, dispuso la fundación de una villa de españoles. De esta forma, el 23 de abril, el virrey Don Antonio de Mendoza, expidió la provincia virreinal para la fundación de la nueva ciudad, y así, a las 8 de la mañana del miércoles 18 de mayo de ese año tomaron posesión del valle de Guayangareo y se llevó a cabo la fundación de la "Ciudad de Mechuacán", tratando de rivalizar en importancia con Pátzcuaro y Tzintzuntzan, a las que también se les conocía como "ciudad de Mechoacán". Para evitar esta confusión, el rey Carlos I de España tomó la decisión de ordenar el cambio de nombre a la ciudad, por lo que mediante la cédula real del 6 de febrero de 1545 le concedió el título de ciudad de Valladolid, la cual recibió su escudo de armas en 1553.
El desarrollo de la urbe fue difícil
En sus primeras cuatro décadas, debido a que Pátzcuaro era sede del obispado, gracias a la predilección que tenía el primer obispo de Michoacán, Don Vasco de Quiroga por Pátzcuaro, y su rechazo a que la nueva urbe ostentara los poderes de la provincia. Sin embargo, el 25 de diciembre de 1575 (10 años después de la muerte del primer obispo de la provincia) se dispuso, el traslado de la justicia y Ayuntamiento de la Provincia de Michoacán de Pátzcuaro a Valladolid. Cinco años después, se traslado la cede del obispado y el Colegio de San Nicolás Obispo (1581), fundado tiempo atrás por Vasco de Quiroga
Fuente de informacion: http://www.morelia.com.mx/morelia/historia
*LA COSPIRACIÓN DE VALLADOLID

LA COSPIRACIÓN DE VALLADOLID 1809.
En los comienzos del siglo XIX, Valladolid contaba con una
población de aproximadamente 20 mil habitantes, conformada por una minoría
peninsular de orígenes vasco y santanderino inmigrados décadas atrás, por
“españoles americanos” y por un número considerable de indios, mulatos y
representantes de otras castas. La ciudad había crecido paulatinamente, lo que
podía observarse, sobre todo, en los planos político, económico y material.
Valladolid era la sede de un vasto obispado que comprendía a los actuales
estados de Michoacán, Guanajuato y partes de San Luis Potosí y Guerrero; fungía
como capital de la intendencia del mismo nombre y contaba con la añeja
institución del ayuntamiento.
Por otro lado, existía en Valladolid una pujante oligarquía
que se había consolidado gracias al control que ejercía en determinados puestos
del gobierno local, a los vínculos de compadrazgo que varias familias
establecieron entre sí y a la variedad de negocios económicos que emprendía en
la agricultura, el comercio y la minería. Los miembros de esa oligarquía eran
dueños de las principales casas comerciales que había en la ciudad, y quienes
controlaban la producción, circulación y mercado de los principales productos
de consumo de toda la provincia.
En el aspecto material, la ciudad había seguido aquel diseño
urbano que nació en el siglo XVI. A la vista del viajero, Valladolid era una
ciudad vertical donde destacaban desde lejos las torres de Catedral, San José,
San Agustín, Las Monjas, La Merced y Capuchinas. Al oriente podía verse el
acueducto que surtía de agua potable a la población y una zona de veraneo
marcada por la calzada de Guadalupe que desembocaba en la iglesia del mismo
nombre. Contaba con más de mil casas, sin considerar los barrios, y 30 templos,
incluidas algunas capillas que en la actualidad han desaparecido.
Valladolid no fue menos importante en el aspecto cultural.
Además de tener el Colegio de San Nicolás y el Seminario Tridentino, y casas de
estudios en los conventos de San Francisco, San Agustín y La Merced, por
mencionar algunos, un buen número de personas se dedicaban a escribir obras de
distinta naturaleza y las mandaban publicar en las imprentas de la capital del
reino, estaban suscritos a algún periódico de México o Veracruz que leían
semana a semana y solían asistir a las representaciones teatrales que se
organizaban en el coliseo y a las tertulias literarias en casas de
particulares.
Estas últimas se realizaron en Valladolid a partir del
último cuarto del siglo XVIII, cuando gobernó la diócesis de Michoacán el
obispo Juan Ignacio de la Rocha, entre 1776 y1782. Por lo general, se hacían
una o dos veces por semana en casa de alguno de los personajes de la elite
cultural; solían ser llamadas “tertulias de truco y malilla”, ya que en ellas
se reunían los concurrentes a disfrutar de diferentes piezas de azar, así como
a retraer la atención a través de un juego de naipes, práctica muy común en la
Nueva España de aquel tiempo.
El número de asistentes era de alrededor de 12 o 13
individuos, todos ellos varones, quienes desempeñaban algún puesto en el
gobierno civil y eclesiástico de Michoacán. Al menos entre 1779 y 1787, cuando
aparecen los primeros testimonios sobre su realización en la ciudad, no hay
evidencias de que se acepte la participación de mujeres en las tertulias,
situación que comenzará a cambiar en los años posteriores, cuando sean ellas
las principales anfitrionas en los convites. La hora fijada para la reunión era
las 7 de la noche, la mayoría de las veces después de la oración, acompañados
de una taza de chocolate o, en otras ocasiones, con aguardiente, pan y vino.
El grupo era cerrado, los asistentes a la tertulia tenían un
lugar o un asiento asignado y no existían muchas posibilidades para el ingreso
de alguien más. La solemnidad en el trato no era menos tradicional: a la
entrada de algún miembro, los presentes se levantaban de su asiento para dar la
bienvenida, acostumbrada con toda ceremonia, y, en seguida, pasar a las
salutaciones. En cuanto a la composición social de los contertulios, todos
ellos gozaban de imagen y prestigio en la sociedad vallisoletana dieciochesca;
a las reuniones concurrían clérigos, miembros del ayuntamiento, funcionarios
del gobierno, abogados y gente de letras para compartir las novedades.
Valladolid tenía una bien ganada reputación en ese aspecto.
Después de 1800, eran muy conocidas las tertulias organizadas en la casa de don
Mariano Escandón y Llera, III conde de Sierra Gorda, quien solía reunirse con
el alcalde José María Ansorena y otros clérigos y empleados del ayuntamiento a
intercambiar novedades y a divertirse en el juego de billar; las promovidas por
el juez de testamentos Manuel Abad y Queipo, quien gustaba rodearse de personas
como Manuel de la Bárcena y Martín García de Carrasquedo, y que incluso llegó a
compartir ideas con el sabio prusiano Alejandro de Humboldt cuando éste vino a
la ciudad; las que se hacían en la casa de don Matías Alonso de los Ríos en
compañía del fraile Vicente Santa María, y las que promovía el licenciado
Nicolás Michelena con algunos clérigos y abogados de la ciudad, entre otras.
A partir de los sucesos políticos de 1808 en Europa
(abdicaciones en Bayona, invasión de las tropas de Napoleón a la península y,
como consecuencia, un reino sin cabeza, la creación de Juntas y la insurrección
popular), las tertulias literarias en las ciudades importantes de Nueva España
adquirieron un matiz diferente. Dejaron de ser reuniones culturales,
científicas y de diversión para convertirse en “casas de asamblea”. Si bien
tenían su base en las tertulias del último tercio del siglo XVIII, su
naturaleza era completamente distinta; no sólo por sus temas y contenidos, sino
por las prácticas societarias que se desarrollaron casi de manera espontánea
como resultado de aquellos acontecimientos.
Aunque la palabra asamblea ya existía en el léxico del
Antiguo régimen y era de uso corriente para identificar una reunión entre
amigos, el término varió sustancialmente después de 1789 bajo el influjo de la
Revolución francesa. La asamblea era la reunión en sí misma; empero, decir
“casas de asamblea” le imprimía cierto aire revolucionario; significaba
especificar, singularizar, indicar el lugar en cuyo interior sus integrantes
leían, comentaban, intercambiaban opiniones y sostenían acaloradas discusiones
en torno de acontecimientos que distaban mucho de ser cotidianos: la crisis
política de la monarquía, el derecho a la representación y la seguridad del
reino. A estos temas habría que agregar la desconfianza y el odio que surgió
entre criollos y peninsulares, aspectos que también estuvieron presentes
durante los primeros años de la revolución de independencia.
En las asambleas no había reglas preestablecidas como en las
tertulias; en ellas sus actores leían, comentaban, criticaban y discutían todo
lo que tenía que ver con la autoridad real. Tampoco había temas prohibidos
censurados por la Iglesia y el Estado y se hablaba de todo con mayor margen de
libertad; ya no eran los libros el motivo de las conversaciones, sino
las Gazetas, los Diarios de México, los bandos y otros “papeles
públicos” que fueron forjando poco a poco una nueva y revolucionaria conducta
de participación política.Fuente de información: http://www.bicentenario.gob.mx/valladolid/index.php?option=com_content&view=article&id=66
*Cartografía
Plano de Valladolid en 1579
Es el primer plano que se conoce de la ciudad, es una edición facsimilar del
libro las zonas históricas de Morelia y Patzcaro de la Dra. Ramírez Romero. En
este se puede ver la primera catedral en el centro de la plaza, un caserio
alrededor de ella y los templos de San Agustín y San Francisco, en este
entonces valadolid era una ciudad muy peqeñ e insignificante, la Capital se
hallaba en Patzcuaro, un año más tarde el destino de la ciudad cambiaría para
siempre al trasladarse la capital y sede episcopal a esta ciudad

*Llano de Valladolid 1619
Ya para ese entonces la ciudad había tomado más forma y se habían establecido más ordenes religiosas. El plano está publicado en el mismo libro
Por ser una imagen pequeña a partir de ese plano elaboré un que pudiesen entender más. 1 catedral 2 San Francisco 3 El carmen 4 San Agustín 5 Santa Catalina de Siena (las Rosas) 6 La compañía de Jesús 7 La Merced.
las tres imagenes fueron obtenidas de: http://www.espejel.com/nueva/carto.html
*LA CATEDRAL
Majestuoso edificio de cantera rosa, de estilo barroco
tablerado. En su interior predomina, como base de la ornamentación, el orden
dórico y posee retablos neoclásicos. Su construcción se inició en 1660 y
concluyó en 1744. Entre los tesoros que guarda están el Manifestador de plata
estilo barroco del siglo XVIII; la Pila Bautismal de plata, de estilo
neoclásico, también del siglo XVIII; el Órgano Monumental, de principios de
siglo y que consta de 4600 flautas o voces; la imagen del Señor de la
Sacristía, realizada con la técnica prehispánica de "pasta de caña de
maíz", del siglo XVI, así como valiosas pinturas localizadas en la
sacristía y la sala capitular.
°Arquitectónicamente la Catedral de Morelia comparándose con
otras Catedrales de México, es similar a la Catedral Metropolitana de la
Ciudad de México, Catedral de Puebla, e inclusive en su interior a
la Catedral de Guadalajara.
°La catedral es la edificación más emblemática y
representativa de Morelia dada su altura, ya que cuenta con dos altas torres,
que se divisan por todo el valle de la ciudad. Por su altura, las torres de la
Catedral de Morelia (66.8 m) son las cuartas más altas de México, después de
las torres del Santuario Guadalupano (Catedral Inconclusa) en Zamora
de Hidalgo (105 m), de la catedral de Villahermosa (80 m) y del
Santuario de Guadalupe, en San Luis Potosí (68 m), pero en su estilo,
es la más alta de América Latina.
°Según el crítico e historiador de arte Silvester
Baxter, la de Morelia es la más bella de todas las catedrales mexicanas.
°°Cuenta con una Iluminación escénica de singular belleza
colocada por la empresa que iluminó la Torre Eiffel de París. Los días sábado,
la catedral ofrece un espectáculo de luz, sonido y fuegos artificiales con esta
iluminación.
°La catedral está dedicada a la Transfiguración y en su
interior alberga dos imágenes muy veneradas, Sagrado Corazón de Jesús que es el
santo patrono de la ciudad, y el Señor de la Sacristía un Cristo muy antiguo
realizado en pasta de caña de maíz. El cual es muy visitado y querido por la
feligresía.
°Su belleza arquitectónica y su historia son otras razones
por las cuales se ha convertido en un icono de la ciudad.
°En su interior este recinto dada su belleza, sonorización
acústica y amplio espacio, figura como escenario de diversos eventos artísticos
y culturales como el Festival Internacional de Órgano de Morelia, y
el Festival Internacional de Música de Morelia.
CONSERVACIÓN Y RESTAURACIÓN
En 1983 se intentó restaurar el color de la
cantera, pero por desgracia se utilizó pintura que finalmente secó de un color
más oscuro y salta fácilmente a la vista. Entre 2007 y 2008 se restauró una
parte del atrio oriental, así como en 2009 se cambió el suelo del atrio
frontal.
TURISMO DE MORELIA
*TEMPLO DE LAS ROSAS
Las Madres Dominicas llegaron a la Antigua Valladolid, hoy
Morelia, a finales del siglo XVI y se refugiaron en un lugar alejado de la
ciudad. En 1743 se trabajó en el Templo de Las Rosas, ya que el antiguo
convento serviría como colegio para niñas. A la iglesia de estilo barroco se le
añadieron tres retablos dorados que le han dado un toque distintivo desde
entonces. Durante las misas, las internas se colocaban detrás de la reja que
divide al coro de la nave y no tenían contacto con los vecinos. La fachada del
templo es doble y se puede apreciar desde la Avenida Madero. Otra de las
peculiaridades de este templo barroco es que la puerta no se ubica frente al
altar, como comúnmente sucede en las iglesias, sino a un costado.
*MERCADO DE DULCES
En parte de lo que fue el colegio de los Jesuitas
(actualmente Palacio Clavijero), se levanta un típico mercadito mexicano, sólo
que no contiene el colorido de las frutas, sino lo que celosamente resguardan
las abejas que rondan por doquier: dulces, además de artesanías michoacanas.
León Guzmán s/n
*COLEGIO SAN NÍCOLAS DE HIDALGO
Colegio de San Nicolás Obispo fue fundado en Pátzcuaro
durante el siglo XVI por el obispo Vasco de Quiroga y se trasladó a Valladolid
en 1580 cuando los poderes eclesiástico y estatal cambiaron de residencia. Don
Miguel Hidalgo y Costilla fue profesor y rector de esta casa de estudios a principios
del siglo XIX y José María Morelos y Pavón su alumno. Durante la época de la
Independencia fue cerrado y volvió a funcionar hasta 1847 cuando Melchor Ocampo
donó libros y aparatos para la investigación científica al Colegio. La
majestuosa construcción tiene una fachada de estilo neoclásico y su interior es
barroco. Actualmente funge como una de las Preparatorias de la Universidad
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
*CALLEJON DEL ROMANCE
Caminando por la calzada, se llega al final del Acueducto. A
unos cuantos pasos a la derecha se encuentra el Callejón del Romance, un pasaje
de estilo típico de la ciudad: cantera rosa, flores y fuentes. Uno puede
sentarse en alguna de las jardineras a leer los poemas que decoran las paredes
y que hablan de los rincones de la ciudad, a descansar o a platicar con amigos
o con tu pareja, ya que, precisamente como su nombre lo dice, este callejón
está envuelto en una aura romántica que te aleja un poco del bullicio citadino.
Se ubica entre la calle Luis Moya y la Avenida Madero.
*PALACIO FEDERAL
Aquí vivían las monjas catarinas hasta que se convirtió en
el Colegio Teresiano de Santa María de Guadalupe a mediados del siglo XIX.
Desde 1935 en su interior se ubican oficinas de Correos y Telégrafos, Hacienda
Federal, el Juzgado de Distrito, la Delegación Agrarias, entre otras
dependencias federales. El edificio es de estilo ecléctico afrancesado y consta
de dos patios rodeados de arcos toscanos. Avenida Madero Oriente número 369.
*EX CONVENTO DE SAN DIEGO
Esta barroco edificio es sede de la Facultad de Derecho y
Ciencias Sociales de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo desde
1967. Fue levantado en el siglo XVIII para albergar el Convento de los
Dieguinos. En 1861 el gobernador del estado, Epitacio Huerta ordenó que se
instalara el Hospital Civil aquí y en 1895 pasó a ser internado para niñas.
Durante la Revolución Mexicana fue clausurado, volviéndose a utilizar como
Hospital Militar en 1925.
*BOSQUE CUAUTEMOC
Se localiza al costado sur del acueducto. Es uno de los paseos favoritos de los
morelianos.
Antiguamente llamado Bosque San Pedro, ideal para la meditación y respirar aire puro; en su interior hay una casona en la que se instalaron las oficinas de la Comisión Forestal del Estado, con jardines que tienen un orquideario con especies de diversos climas y suelos de Michoacán.
Av. Acueducto Sur
Entrando por la calle Dr. Salvador González Herrejón.